Aprendizaje de lenguaje cartográfico desde la antropología y la geografía

“Gracias al Curso-Taller “Información geográfica y análisis espacial: herramientas para el manejo y representación” que organizó el CIESAS a través del PROSIG, tuve el significativo reto y desafío de aprender todo un nuevo léxico: tanto el teórico-académico desde el cual el CIESAS desarrolló el enfoque intelectual del Curso-Taller (la Ciencia Social Antropológica y la Geografía) como el lenguaje técnico del programa o paquete informático de QGIS. Este es mi mayor y más significativo aprendizaje, sin abordar los específicos que adquirí en cada módulo y en cada sesión.”
LCPAP mEE Moisés Reyes García,
Politólogo y maestrante en Estudios Electorales

La ciencia, toda ciencia, hace […] su vocabulario [y éste] se inviste de cierta modalidad característica del significado. Lo que equivale a decir que la filosofía y la ciencia son lenguajes especiales; y por “especiales” se debe entender que son […] modalidades de usos diferentes de un mismo lenguaje.

Palabras y significados
Giovanni Sartori[1]

Aprender Cartografía –la técnica del mapeo– es aprender un lenguaje visual especial, uno que es científico de detallada tecnicidad para hacer que el mapa “hable y se dé a entender”.

Moisés Reyes

Gracias al Curso-Taller “Información geográfica y análisis espacial: herramientas para el manejo y representación” que organizó el CIESAS a través del PROSIG, tuve el significativo reto y desafío de aprender todo un nuevo léxico: tanto el teórico-académico desde el cual el CIESAS desarrolló el enfoque intelectual del Curso-Taller (la Ciencia Social Antropológica y la Geografía) como el lenguaje técnico del programa o paquete informático de QGIS. Este es mi mayor y más significativo aprendizaje, sin abordar los específicos que adquirí en cada módulo y en cada sesión.

El trabajo de presentaciones y exposiciones teórico-prácticas por parte del personal fue muy destacado por su asequibilidad y alcance, al dar contexto histórico y teórico a cada módulo (libros sobre lenguaje especializado y académicas y académicos que pioneros en la generación de este conocimiento) como también desarrollar y presentarnos los comandos del programa informático y lo que éstos representaban.

Por ello, implementar las actividades fue desafiante: implicó comprender no sólo la geografía de los espacios que hubimos elegido para realizar las tareas, sino también pensar qué queríamos dar a entender con nuestros mapas a través del uso de las herramientas que nos fueron enseñadas.

Me desafié a mí mismo a trabajar más allá de la que fue mi área de confort en el modesto manejo de mapas que ya antes tenía y así, gracias también a la muy amplia cantidad de referencias que nos otorgaron, es decir, al listado de sitios web con información cartográfica hecha para procesarse, pude mejorar considerablemente mi hechura de mapas: creo que los que ahora puedo realizar son mucho más profesionales que los que antes hacía; al menos, ya están en la sintonía del lenguaje cartográfico universal. Haré un breve abordaje de mi interés y del por qué me hube inscrito y menciono la tangencial de mi perfil profesional. En mi formación académica, en una etapa, opté por los Estudios Electorales, de los cuales soy maestrante. Y en estos, la Geografía Electoral es un muy amplio campo de estudio en el que concurren cantidad de disciplinas y que en sí misma es un “traslape” entre la Geografía, la Estadística Descriptiva, la Politología o Ciencia Política y la Demografía; claro que más disciplinas y subdisciplinas pueden ser concurrentes y ello depende de la óptica de quien haga la investigación. Incluso, durante algún tiempo fui parte de la Sociedad Mexicana de Estudios Electorales A.C. y asistí con regularidad y frecuencia a varios de sus congresos académicos y presenté algunas ponencias.

Por esto es por lo que tomé afición por la Cartografía y la Geografía Informática a través de un muy amigable programa informático del INEGI; me refiero al Mapa Digital de Escritorio. Allí aprendí lo que es un shapefile o capa, y cómo éste puede ser un trazo de línea, de polígono, o también una foto satelital o ráster.  Hace tiempo había dejado el aprendizaje en este campo y me había limitado a utilizar los conocimientos que adquirí como complemento de mis actividades profesionales (ponencias, textos académicos y de análisis geopolítico), para las cuales ocasionalmente realizaba mapeos y cartografías que – visto a distancia – eran un tanto limitadas y no por la paquetería que utilizaba sino por mi comprensión limitada y capacidad en ciernes para mapear. Así, al enterarme del Curso-Taller del CIESAS por medio de sus espacios virtuales en redes sociales, me interesó abundar mucho más y retomar la especialización en cartografía digital.  

Cada actividad me fue un desafío teórico-práctico; y lo fue así porque fue tanto reaprender el manejo de herramientas y comandos que usaba en el Mapa Digital (crear una capa, cortarle, combinarle, distribuirle en el lienzo o espacio de representación o dibujo) pero ahora en QGis, en dónde la resolución visual de pixelaje es mejor pero también sus comandos más especializados y de mayor alcance, y, por tanto, difíciles.  Tanto esto como “pensar el mapa”: qué quiero representar y enfatizar, cómo hacer un uso eficiente de los muchos recursos del programa y que esto, lo representado, emulase o fuese acorde al saber teórico que también recibí en el Curso. Vaya, seleccionar la información y que ésta fuese útil y con ello “hacer que el mapa hable”. Me enfoqué en la cartografía electoral de Zacatecas, pero para ello pasé por previos mapas que fueron delimitando en cada actividad y ejercicio lo que quería representar.

Mis aprendizajes más significativos son estos: 

En el campo de Teoría de Ciencia Social, comprendí la diferencia entre Territorio y Espacio y todo lo que esto conlleva desde la perspectiva de la Antropología gracias a la disertación de las clases-sesiones que impartió el Doctor Fernando I. Salmerón Castro.  Incrementé mi lenguaje y compresión académicas gracias a esto.

En el plano práctico, ADQUIRÍ UN LENGUAJE VISUAL DE CARTOGRAFÍA. Y esto es mucho. No se aprende de la noche a la mañana, sino que gracias a la duración del Curso-Taller y a su diseño curricular, lo que fuimos aprendiendo en cada sesión, lo fuimos replicando en las actividades posteriores de las siguientes sesiones; es decir, hubo repaso constante de las acciones y comandos que aprendimos para integrarles en un todo, que es la elaboración seria y profesional de mapas especializados. Y esto fue posible gracias a la paciencia y a la técnica pedagógica y didáctica del Geógrafo Carlos Alfredo Hernández Guillén.

Y mi propio aprendizaje, al que llegué a través de la reflexión del conocimiento teórico-práctico del Curso-Taller. Es decir, sí la Ciencia es una actividad humana de índole colectivo, mediante su diálogo y difusión es posible que los parlantes adquiramos mayores comprensiones. La mía es que -gracias al CIESAS y mis lecturas- que el Poder es un Cronotopo y que, por tanto, acontece en un lugar y tiempo específicos y que esto es más que representable.

Y aquí me permito desarrollar una breve disertación de esto.

Ciencia(s) Social(es), Estado, Poder, Territorio: un Cronotopo[2]

En Ciencias Sociales el Estado siempre es un elemento de estudio, o un hecho político, un hecho social, un hecho antropológico: un tópico de estudio o un issue de estudio, por decirlo con la palabra anglosajona que más o menos asigna o determina temáticas a estudiar con una metodología y un enfoque propiamente científico y académico, con mayor método y rigor que exploraciones más someras a temáticas.

Es así, que el Estado es un elemento de estudio ineludible en las Ciencias Sociales; y dentro del Estado, el Poder. En Antropología e igual en Sociología -por ejemplo- el poder es analizado, visualizado y conceptualizado como Dominación y Orden Social; mientras que, en Teoría Política, Filosofía Política y Ciencia Política propiamente, es estudiado como tal, como Poder. En Derecho, cuando se estudia al Estado, siempre -igual en Ciencia y Teoría Política- se enuncia y menciona al Territorio como uno de los elementos constitutivos básicos e imprescindibles del Estado. Un Estado sin territorio en las definiciones más tradicionales clásicas, no puede ser Estado.

El punto es que el Territorio y el Espacio siempre son –hoy en día aún y lo vemos en el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia– motivo tanto de conflicto como de estabilidad por la importancia que le revierte a una Nación y a sus respectivos Gobiernos y Élites. Pero Estado y Poder no son abstracciones inmateriales: tienen un espacio y tiempo de existencia, vaya, son un Cronotopo en una amplia acepción antropológica de la palabra. Remarco: el poder tiene una manifestación material en espacios concretos y –por ende– en territorios. Vaya, es tanto una abstracción que existe en relaciones sociales y humanas como en lugares específicos. Es un cronotopo.

El Territorio como elemento de estudio académico y práctico

Estudiar al Territorio en todas sus dimensiones requiere y demanda para quienes nos es de interés analítico, el conocer herramientas informáticas que nos permitan comprender en representaciones visuales los conceptos y dimensiones que son narrativas discursivas en las Ciencias Sociales.

En mi específico caso, como Politólogo con varias temáticas de interés académico y entre éstas, la Geografía Política, me era necesario actualizar mi bagaje metodológico y práctico de herramientas de análisis espacial.

Así, GRACIAS al CIESAS PROSIG, realicé una enorme actualización informática en materia de Cartografía: el uso de ventanas, menús desplegables, botones, comandos y demás.

Pero también gracias a este Curso-Taller logré reflexiones de índole académico a las que no hubiese llegado por vía propia. Y esto es así gracias al “trazo y el camino” que hubo: éste abarcó en lo académico la Teoría Geográfica y la Antropológica en cuanto a espacio. Y esto, llevado en un “aterrizaje” u “operacionalización” en la informática computacional de dibujos y trazos que son representaciones del territorio.

CIESAS PROSIG, GRACIAS.  


[1] SARTORI, Giovanni. 2004 [1977]. “El instrumento lingüístico” en La Política. Lógica y método en las ciencias sociales. México: FCE.

[2] La palabra como tal y su uso proviene de la literatura y “saltó” a la Antropología – lo dice Antonio Azuela al estudiar el ejido mexicano– en 2014 en un estudio de la autora Mariana Valverde. La cita completa es esta: “Para examinar el ejido resulta irresistible la tentación de utilizar la idea del cronotopo, que viene de los estudios literarios (Bakhtin, 1981) y que ha sido recuperada por la antropología para capturar, en el análisis de una institución o un hecho social cualquiera, las dimensiones temporal y espacial como una unidad indisoluble. Aquí resultan particularmente inspiradores los textos de Mariana Valverde, que no solamente ha hecho uso muy sugerente de la idea de cronotopo para el análisis del espacio urbano, sino que ha argumentado de manera muy convincente sobre la necesidad de reconocer la dimensión espaciotemporal (y no solamente la espacial) en el campo de la geografía jurídica (Valverde, 2014)”. AZUELA, Antonio. 2018. Avatares de un cronotopo: el ejido en el fin del orden posrevolucionario en ESCALANTE, Fernando et. al. Sí persisten las molestias (noticias de algunos casos de ceguera ilustrada). México: Ediciones Cal y Arena. Pp. 53-84.

Los Sistemas de Información Geográfica (SIG): una herramienta para los estudiantes de posgrado en ciencias sociales

“Los Sistemas de Información Geográfica (SIG) se han convertido en una herramienta relativamente asequible para los estudiantes de posgrados en ciencias sociales. Los factores que han intervenido para que esto sea así son múltiples, por ejemplo, la existencia de software de acceso libre, la posibilidad de consultar manuales y tutoriales en internet, la proliferación de los estudios con enfoque territorial, entre otros.”
Gabriela Durán Valis
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Los Sistemas de Información Geográfica (SIG) se han convertido en una herramienta relativamente asequible para los estudiantes de posgrados en ciencias sociales. Los factores que han intervenido para que esto sea así son múltiples, por ejemplo, la existencia de software de acceso libre, la posibilidad de consultar manuales y tutoriales en internet, la proliferación de los estudios con enfoque territorial, entre otros.

Desde mi perspectiva, estas «facilidades» pueden interpretarse apresuradamente como condiciones que hacen posible que en cualquier investigación se utilicen procesos de georreferenciación. Así, tener a la mano recursos como el programa QGIS, datos de INEGI y otras instituciones, así como plataformas del tipo de Google Maps, se convierte en una invitación atractiva para incorporar mapas en nuestros trabajos.

No obstante, lejos de aportar elementos para robustecer las investigaciones, corremos el riesgo de caer en la inercia y pensar que incorporar mapas es valioso per se. Claro, siempre tenemos la oportunidad de refinar los apartados contextuales de las tesis con mapas que permitan a los lectores ubicar el espacio de estudio, pero, ¿no resulta simplista asumir que su gran potencial es el de ilustrar?

Más allá de los aprendizajes técnicos y prácticos, el Curso-taller Información geográfica y análisis espacial: herramientas para el manejo y representación fue un espacio que me brindó la posibilidad de reflexionar en torno al papel que tienen estas herramientas en el análisis social. En lugar de concentrarme únicamente en producir materiales visualmente atractivos, gracias a la guía del equipo del ProSIG-CSH aprendí de la importancia de dar un paso atrás e iniciar por preguntarse por qué y para qué queremos construir mapas: ¿qué gana nuestro análisis con ellos?

Si bien al inicio del curso mi preocupación más grande era mi falta de familiaridad con el software y, en general, con los recursos tecnológicos que son utilizados en los SIG, a medida que avanzaron las sesiones me di cuenta de que lo más complejo no era ganar expertise técnica ­–aunque por supuesto tiene sus dificultades–, sino construir un marco teórico-metodológico que diera sentido a los mapas. En ese sentido, el desafío que considero como el más importante fue plantear un propósito para cada mapa que estuviera relacionado con mi problema de investigación.

A grandes rasgos, en mi tesis analizo el papel que desempeña el acompañamiento jurídico ofrecido por una asociación civil en la movilización de dos colectivos que se oponen al funcionamiento de granjas porcícolas en Yucatán. El argumento central es que el acompañamiento desempeña un papel protagónico en la definición de un conjunto de ideas y valores a partir de los cuales se conceptualiza el conflicto. A partir de las discusiones del campo teórico sobre movimientos sociales y movilización legal, afirmo que el litigio estratégico, así como las actividades educativas, de comunicación y vinculación que la asociación civil lleva a cabo, aportan elementos significativos en la construcción de un piso común para comprender los conflictos en términos de derechos indígenas y defensa al medioambiente sano.

Aunque el estudio trata de una disputa que involucra recursos naturales y la manera en que las personas interactúan con el entorno físico, mi primera postura respecto al uso de SIG era que, como no había planteado el trabajo desde el inicio con un enfoque espacial, resultaba sumamente difícil que pudiera dar una vuelta de tuerca que privilegiara la interpretación territorial. Por un lado, estaba el reto de que no había llevado a cabo técnicas en el trabajo de campo especialmente dirigidas a construir información georreferenciable y, por el otro, me parecía que el planteamiento de mi trabajo se concentraba en la dimensión cognitiva del conflicto, y no tanto en los componentes materiales del territorio.

No obstante, con el tiempo me di cuenta de que, aun con esas «limitaciones», tenía recursos suficientes para elaborar mapas que pudieran enriquecer mis reflexiones. En particular, me fue de suma utilidad plasmar elementos de las dos localidades en donde se ha desarrollado la movilización en contra de las granjas de puercos, pues me permitió comparar sus similitudes y diferencias: a pesar de que en ambos lugares el conflicto ha surgido por la misma problemática –las granjas–, los matices que han adquirido los argumentos de quienes se oponen a su operación son distintos.

En este mapa quise ubicar el contexto de la movilización del primer pueblo en donde realicé mi trabajo de campo. Como se puede observar, la granja está muy cerca del polígono del ejido. Esto es importante porque, antes de que la movilización retomara el tema de los derechos indígenas y el medioambiente, la principal motivación para oponerse a la granja fue que los ejidatarios identificaron que querían invadir terrenos que corresponden al núcleo ejidal.

No obstante, fue a raíz del acompañamiento jurídico que enmarcaron su problemática en términos más amplios. Así, empezó a cobrar relevancia el hecho de que en el municipio hay varios cenotes que pueden contaminarse debido a la actividad de la granja.

En un ejercicio muy parecido al mapa anterior, en este quise visualizar la ubicación de la granja de Sitilpech, el otro lugar donde hice trabajo de campo. A diferencia de Chapab, en este lugar los ejidatarios no participan en la movilización ni se menciona el tema del ejido. Esto es relevante porque, como se puede apreciar, la granja está rodeada por el polígono del núcleo ejidal.

En este caso la razón inicial por la que las personas empezaron a organizarse fue que el fétido olor proveniente de la granja les impedía realizar sus actividades cotidianas en paz. Me parece relevante que también haya cenotes cercanos y que, al igual que en Chapab, la granja esté cercana a un núcleo urbano importante que es Izamal.

Entonces, a partir de la secuencia de mapas, es posible señalar que, aunque existen factores ambientales que son importantes para comprender la movilización en contra de los cerdos, no pueden interpretarse como el factor que determina mecánicamente el surgimiento de la acción colectiva. Es importante reconstruir el contexto económico, social y geográfico para tener un panorama más complejo; no es un factor y tampoco es un pueblo organizado, pues se ven involucrados diversos sujetos (como asociaciones civiles) y motivos.

En suma, considero que a partir de mi experiencia en el curso pude fortalecer mi análisis al comparar elementos de ambas localidades que son relevantes para mi argumento. No obstante, considero que el análisis espacial en este trabajo es incipiente, ya que no lo tenía previsto desde el inicio. Ahora me gustaría realizar otra investigación que incorpore este enfoque desde el diseño, pues, pienso, me permitiría desarrollarlo con mayor profundidad.

Experiencia en la construcción de cartografías para el análisis espacial de los procesos de defensa del agua ante el Proyecto Integral Morelos (PIM)

“…han sido las herramientas a través de las cuales he representado e interpretado la disputa por el espacio público, en el sur de la Ciudad de México.”
Sendic Sagal Luna

En la licenciatura en sociología y en la maestría en antropología social, la construcción de cartografías y el análisis espacial de éstas, han sido esenciales en las tesis presentadas para obtener los grados académicos respectivos. La construcción y el análisis espacial han sido las herramientas a través de las cuales he representado e interpretado la disputa por el espacio público, en el sur de la Ciudad de México (Sagal 2018); así como, la des-reterritorialización (Haesbaert 2013) en el avance de las fronteras extractivas sobre el ámbito rural aguas abajo del río Cuautla, en Morelos (Sagal 2023). En el proceso maestrante, de la Promoción 2021-2023 del CIESAS-CDMX, tuve la oportunidad de cursar el Seminario optativo “Construcción y análisis espacial a través de herramientas para el manejo de información geográfica”, que impartió el equipo técnico y docente del ProSIG-CSH. En este curso pude ahondar en el conocimiento y uso de las herramientas de los Sistemas de Información Geográfica (SIG); esto desde el software libre “QGIS” y a través de la elaboración de los mapas de la espacialidad del conflicto por la infraestructura del PIM en el río Cuautla.

El desafío que emprendí en el seminario anteriormente señalado, consistió por un lado, en la construcción de la cartografía y, por otro, en el análisis espacial de los procesos representados y contextualizados entre 2013 y 2022. La búsqueda y descarga de los archivos shape de las instituciones gubernamentales y universitarias, para la elaboración de las capas de los mapas, implicó una inmersión digital selectiva en las bases de datos respectivas. Utilicé informaciones de los medios de comunicación digitales y las obtenidas etnográficamente en el trabajo de campo. Con estos datos edité y creé vectores a través de puntos, líneas y polígonos, a los que les di formato en colores y texturas. Incluí los elementos indispensables de los mapas: norte, escala, fuentes y simbologías, para facilitar la interpretación de la representación espacial de los lugares, los acontecimientos, las relaciones y los procesos que me permitieron delimitar la espacialidad del conflicto en el río Cuautla.

La delimitación del conflicto en torno a los ejes espaciales del río Cuautla –ejidos, tierras comunes y sistemas de riego­– y de la infraestructura del PIM –termoeléctrica, acueducto y gasoducto–, implicó realizar una representación que sobrepuesta a los territorios político-administrativos fue más allá, en términos analíticos, de las limitaciones espaciales propias de estas demarcaciones gubernamentales –“Mapa 1”–. Aguas abajo del río Cuautla las afectaciones del acueducto por la reducción del caudal, el incremento de la contaminación y la hipoxia –desoxigenación del agua– (Luna-Nemecio 2023), impactan directamente en los ejidos y tierras comunes de los pueblos de los municipios de Ayala y Tlaltizapán, particularmente en los sistemas de autogestión multicomunitaria del agua (Palerm 2013), llamados achololes.[1]

Mapa 1. Tomado de Sagal (2023, 83)

Las afectaciones de la termoeléctrica, aguas arriba del río, por la contaminación auditiva, de la lluvia y las barrancas, y por la producción de ozono (FPMPT 2019) impactan en los ejidos y tierras comunes, así como en la salud de los habitantes de los municipios de Cuautla, Yecapixtla, Atlatlahucan y Ocuituco; hacía Temoac y Jantetelco, lo propio por las afectaciones y peligros del gasoducto. La representación e interpretación de los procesos de defensa del agua y de imposición de la infraestructura del PIM, en el marco de la espacialidad del conflicto, conllevó el planteamiento del sendero de resistencias en torno al eje del río Cuautla y del sendero represivo, en torno al eje de la infraestructura del PIM –“Mapa 2”–.

Las acciones represivas, policiales y castrenses, cobijadas en torno a la salvaguarda estratégica de los bienes nacionales, allanaron la imposición de la infraestructura del PIM; la desterritorialización de la producción agrícola y de la autogestión del agua, así como de las acciones de protesta, ha configurado paisajes represivos custodiados por diversas presencias armadas.

Es a través de la apropiación disruptiva del espacio ejercida por las acciones de protesta –plantones, celebraciones liturgicas y marchas–, que los opositores al PIM han obstaculizado su imposición por más de nueve años. Mediante las prácticas agroecológicas, la autogestión de los achololes y las protestas, es ejercida una reterritorialización que configura paisajes de resistencia en defensa del agua.

Mapa 2. Tomado de Sagal (2023, 122)

En esta experiencia de construcción cartográfica y analisis espacial del conflicto por el acueducto del PIM en el río Cuautla, profundicé en las potencialidades de las herramientas para el manejo de información geográfica y logré representar e interpretar la configuración espacio temporal de paisajes de resistencia y represión.

Bibliografía

     Ávalos, Gutierrez C. 2003. Organización social y problemática del agua en la cuenca del río Cuautla, Morelos. Tesis de doctorado. Colegio de Postgraduados.

      Frente de Pueblos, Morelos, Puebla,Tlaxcala (FPMPT). 2019. “Dr. Antonio Sarmiento habla sobre las afectaciones ambientales de la termoeléctrica en Huexca Morelos”. En Facebook, 28 de enero, recuperado de https://www.facebook.com/FPDTA.MPT/videos/583385195418779

      Haesbaert, Rogéiro. 2013. “Del mito de la desterritorialización a la multiterritorialidad”. En Cultura y representaciones sociales, año 8, núm. 15, 9-42.

     Luna-Nemecio, Josemanuel. 2023. “Inconmensurabilidad de los costos económicos, ecológicos y en la salud provocados por el Proyecto Integral Morelos”. En Religación Revista de Ciencias y Humanidades, enero-marzo. Quito, CICDH-AL, 2023.

     Palerm, Viqueira Jacinta. 2013. “Introducción: capacidades de auto-organización de los regantes y legislación”. En Antología sobre riego. Instituciones para la gestión del agua: vernáculas, alegales e informales. México, Biblioteca Básica de Agricultura.

     Sagal, Luna Sendic. 2018. La violencia de la economía del terror: sujetos barriales, espacios públicos y bienes comunes en conflicto al sur de la Ciudad de México. Tesis de licenciatura en sociología. FCPyS-UNAM.

___________________ 2023. La cultura de resistencia ante el megarpoyecto en el río Cuautla (2013-2022). Tesis de maestría en antropología social. CIESAS-CDMX.


[1] Aguas que después de regar una parcela son canalizadas, por los campesinos, hacia otras parcelas vecinas, maximizando el aprovechamiento del vital líquido para la agricultura comercial y los sistemas agroecológicos milperos, huerteros (Sagal 2023). Redes de fraternidad y colaboración en la autogestión del agua de achololes posibilitan un efecto de encadenamiento del agua (Ávalos 2003) que amplía el área de influencia del río Cuautla.

El uso de los Sistemas de Información Geográfica para el análisis espacial de un conflicto socioambiental en Guatemala

“Este trabajo fue posible gracias a las reflexiones teóricas y conocimientos técnicos adquiridos durante el curso: “Construcción y análisis espacial a través de herramientas para el manejo de información geográfica” impartido por el Programa Especial de Sistemas de Información Geográfica para Ciencias Sociales y Humanidades (PROSIG-CSH) como curso optativo del Programa de Maestría en Antropología Social del CIESAS Ciudad de México.”
Mtro. Carlos Geovanni Mendoza Rivas
CIESAS

El último cuatrimestre del año 2022 realicé una temporada de trabajo etnográfico en dos localidades al sur del Lago Atitlán ubicado en el departamento de Sololá dentro del Altiplano Occidental guatemalteco. Esto con el objetivo de documentar las formas de acción política en defensa del lago, sus territorios y lugares sagrados por parte de autoridades comunitarias y especialistas rituales mayas organizados en el contexto de un conflicto socioambiental detonado por el proyecto “ambientalista” conocido como megacolector, el cual pretende la construcción de infraestructura de manejo de aguas residuales y su traslado fuera de la cuenca de Atitlán para su tratamiento, venta y activación de centrales hidroeléctricas.

De esta forma, la sistematización de los datos obtenidos en campo y en la revisión bibliográfica del problema de estudio[1], permitió un primer mapeo de la distribución espacial del conflicto socioambiental en el Lago Atitlán a partir del uso de Sistemas de Información Geográfica (SIG) y de las capas vectoriales obtenidas de la base de datos de SEGEPLAN Guatemala[2]. Dicho trabajo fue posible gracias a las reflexiones teóricas y conocimientos técnicos adquiridos durante el curso: “Construcción y análisis espacial a través de herramientas para el manejo de información geográfica” impartido por el Programa Especial de Sistemas de Información Geográfica para Ciencias Sociales y Humanidades (PROSIG-CSH) como curso optativo del Programa de Maestría en Antropología Social del CIESAS Ciudad de México.

Así es como dentro de la tesis de maestría[3], se realizó un primer acercamiento al uso de los SIG aplicados al análisis espacial de un conflicto socioambiental relacionado con el problema del extractivismo hídrico en Guatemala, derivando en la elaboración de una cartografía que localiza espacialmente el proyecto del megacolector en el Lago Atitlán. A partir de la georreferenciación del plano del proyecto que aparece en el artículo de Anne Bordatto (2019), la sistematización de los datos obtenidos en campo y el uso de capas vectoriales, que han permitido ubicar sobre la superficie terrestre los puntos y localidades estratégicas en el conflicto, los sistemas hidrológicos en disputa, las relaciones de poder, el área de influencia de los actores promotores del megacolector, así como la organización de la resistencia en defensa del Lago Atitlán y sus territorios por parte de las autoridades comunitarias de los pueblos k´iche´s, kaqchikeles y tz´utujiles que habitan y construyen su territorialidad alrededor del lago.


[1] Bordatto, Anne. 2019. “¿El megacolector, es realmente el proyecto mágico para salvar el Lago Atitlán?”, El Observador, Informe Especial No. 23, Guatemala, 20 de diciembre. Recuperado de http://www.albedrio.org/

[2] Los datos vectoriales utilizados fueron consultados y descargados en marzo del 2023 de la página de la Secretaría General de Planificación y Programación de la Presidencia de Guatemala (SEGEPLAN) mediante el siguiente enlace: http://ide.segeplan.gob.gt/descargas.php

[3] Próximamente disponible en el Repositorio Institucional del CIESAS para su consulta en línea.

Experiencias y aprendizajes del curso-taller: Información Geográfica y Análisis Espacial

Me parece conveniente resaltar la importancia y utilidad del trabajo transdisciplinar y el apoyo de herramientas auxiliares de otras ciencias, en la generacion de nuevo conocimiento. Arquitectura, geografía e historia, son tres campos del conocimiento que tiene una estrecha vinculacion entre si,  especialmente al momento de analizar fenomenos humanos, que, tanto en la investigacion desarrollada como en el curso, se integraron adecuadamente.
Luis Alfredo Ayala Ortega
Programa Interinstitucional de Doctorado en Arquitectura

Mi nombre es Luis Alfredo Ayala Ortega, arquitecto de formación, actualmente me encuentro desarrollando mis estudios doctorales dentro del Programa Interinstitucional de Doctorado en Arquitectura (PIDA), adscrito a la Universidad Autónoma de Aguascalientes. El motivo que me llevó a tomar el curso en cuestión es que requería cubrir créditos de mi programa doctoral por medio de un programa externo a los ofrecidos en el posgrado. Esto me llevó a buscar en línea, a través de sitios Web de universidades nacionales e internacionales y redes sociales, cursos-talleres y seminarios de actualización que se adecuaran a mis tiempos del semestre, tomé en cuenta también la duración del curso, y principalmente, que tuvieran una estrecha relación con el tema de mi investigación.

El tema de la investigación doctoral que estoy desarrollando, se encuentra todavía en proceso, pero se centra en analizar los espacios para la producción del azúcar en el estado de Michoacán, particularmente, se enfoca en el fenómeno de la relación entre el cambio de estadio de hacienda colonial al de ingenio mecanizado; y los cambios en la arquitectura y el territorio, mediante el estudio de cuatro unidades de análisis en la franja central del estado de Michoacán, en los actuales municipios de Tacámbaro y Turicato.

Dicho lo anterior, la investigación es de corte historiográfico y arquitectónico, por la naturaleza del tema y las unidades de análisis, se requirió una aproximación con la geografía, y sus herramientas de análisis, por lo cual se eligió un curso enfocado en los Sistemas de Información Geográfica (SIG), ya que el análisis del territorio de las haciendas azucareras es vital para la comprensión del fenómeno en cuestión. No obstante, debo decir, que ya contaba con experiencia previa, bastante básica en el manejo del software QGIS.

El Curso-taller información geográfica y análisis espacial: herramientas para el manejo y representación PROSIG-CSH CIESAS, no fue el único seminario que se identificó y consideró, sin embargo, se eligió por las fechas de su desarrollo, y ofrecía, un contenido bastante desarrollado que me invitó a considerarlo como la mejor alternativa.

Después de las primeras sesiones teóricas del curso virtual, me percaté de que iba enfocado a la mayoría de las ciencias sociales, y no a geógrafos, como lo anticipaba, lo cual facilitó mi comprensión del curso y del manejo del software, incluso, me di cuenta que yo era el único arquitecto entre los miembros participantes.

En líneas generales el curso me pareció bastante bien coordinado, excelentemente presentado y con un seguimiento muy puntual, que con la dinámica curso-taller, hizo que fuera entretenido. No obstante, al momento de entrar al manejo del software, me di cuenta que mi conocimiento previo del programa QGIS, era mayor de lo que anticipaba, y esto se debe, a que de manera autodidacta, previo al inicio del curso, estuve realizando ejercicios cartográficos durante el desarrollo de mi investigación que me llevaron aprender básicamente tres cuartas partes del contenido del curso, esto hizo que muchas de las sesiones, me parecieran algo aburridas, no por los coordinadores y expositores, sino porque los temas ya los conocía, y que, aunado a que había compañeros participantes que desconocían por completo el software y que no estaban dedicados al curso al 100%, hacía que las sesiones se alargarán innecesariamente. 

No obstante, no puedo negar que cada sesión reforzó mi conocimiento anterior, que junto con las asignaciones de tareas, me obligaba a poner en práctica los temas vistos, y muchas veces eso ayudo a despejarme dudas. Particularmente me fueron bastante útiles las herramientas de geometría y geoproceso, ya que me permiten seleccionar y utilizar información acotada, y no depender de contar con capas shapefile de gran tamaño que ralenticen los procesos.

Probablemente el aspecto que más me llamó la atención del curso, fue la posibilidad de elaborar, publicar y enriquecer mapas web que ayuden a plasmar información geográfica abierta, como una posibilidad de difundir conocimiento y avances de investigación. Este tema fue sin duda, un objetivo que se desea alcanzar y perfeccionar más adelante, no solamente respecto a geolocalizar ciertos aspectos en un determinado territorio, sino agregar información textual que pueda ser enriquecido con fotografías. 

Un reto con el que me he topado en la realización de cartografía, ha sido, que al trabajar con archivos vectoriales shapefiles, y particularmente abarcando territorios a escala municipal, la cantidad de información ha sido tanta, que ha hecho que mis archivos no se ejecuten y por lo tanto no abran, haciendo que el trabajo dedicado en estas cartografías, se pierda, por lo que he optado por intentar trabajar con archivos individuales (topografía, hidrografía, climas) en lugar de conjuntarlos todos en uno, y de eliminar en lo posible capas que no se utilicen.

En este sentido, y a manera de ejemplo de las habilidades que se obtuvieron durante el desarrollo del curso, se quieren compartir dos mapas que se han realizado recientemente, post-curso, relacionados con el tema de investigación. El primero de ellos corresponde a un encuadre de la región Tacámbaro-Turicato, geolocalizando cuatro haciendas azucareras, en estrecha relación con las características hidrográficas, de usos de suelo y topográficas, en la franja central del estado de Michoacán.

El segundo mapa corresponde al estado de Michoacán, con su division política interior, resaltando la ubicación de los municipios de Tacámbaro y Turicato, junto con las zonas climáticas del estado, para demostrar que Michoacán, y la region en cuestión, cuentan con una amplia biodiversidad climática natural que ha sido beneficiosa para el asentamiento de haciendas y espacios para la producción. En este mapa se utilizo la herramienta vectorial de geoprocesos de corte, para separar las zonas climaticas del estado de Michoacán del resto del país, además de haberse categorizado su simbología cromatica.

Finalmente, me parece conveniente resaltar la importancia y utilidad del trabajo transdisciplinar y el apoyo de herramientas auxiliares de otras ciencias, en la generacion de nuevo conocimiento. Arquitectura, geografía e historia, son tres campos del conocimiento que tiene una estrecha vinculacion entre si,  especialmente al momento de analizar fenomenos humanos, que, tanto en la investigacion desarrollada como en el curso, se integraron adecuadamente.

Uso de Sistemas de Información Geográfica en el análisis de indicadores de pobreza energética

Adriana Estrada Villanueva

“El uso de mapas puede contribuir al análisis de diversas problemáticas del país como la presentada. Por tanto, el aprendizaje recibido en el Curso-taller Información geográfica y análisis espacial, no sólo me ha permitido hacer un análisis territorial puntual de este caso, además de la posibilidad de utilizar esta herramienta en otras investigaciones en las que participo.”
Ariana Estrada Villanueva
Investigadora Posdoctorante CONAHCYT en el CRIM-UNAM

Semblanza:

Investigadora Posdoctorante CONAHCYT en el CRIM-UNAM, Dra. en Antropología por el Colegio de Morelos, Mtra. en Estudios de Población y Desarrollo Regional por la UAEM-CRIM-UNAM y Antropóloga Social por la UAM-Iztapalapa. Líneas de investigación: género y pobreza energética; políticas públicas ambientales; violencia política contra las mujeres en razón de género.

Testimonio

Cuando concluí la licenciatura e ingresé al campo laboral, comprendí que carecía de muchas herramientas para realizar mi trabajo, lo que me impulsó a ingresar a la maestría en Estudios de Población y Desarrollo Regional, donde aprendí, entre otras cosas, demografía, estadística, el uso de programas de análisis de datos como SPSS y ATLASti, estas herramientas ampliaron mi formación y con esos conocimientos pude realizar una investigación multidisciplinaria tanto para titularme de la maestría, como del doctorado, además, me abrieron las puertas para participar en distintas investigaciones en instituciones como el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México (CRIM-UNAM).

Actualmente estoy realizando la investigación: “Vulnerabilidad social y pobreza energética, alternativas para una transición energética incluyente y con perspectiva de género”, como parte mi tercer año de continuidad de una Estancia Posdoctoral CONAHCYT en el CRIM-UNAM, bajo la asesoría de la Dra. Úrsula Oswald Spring, cuyo objetivo es examinar el grado de vulnerabilidad social y Pobreza Energética (PE), en México desde un enfoque multiescalar: de justicia social, derechos humanos y resiliencia, para incidir efectivamente en el diseño de mecanismos y políticas públicas con perspectiva de género para una transición energética incluyente.

En México, el estudio de la PE ha tenido un avance muy importante, sobre todo en la creación de metodologías que buscan medir la PE en el país (García y Graizbord 2016, Ricalde et al. 2021, Santillán et al. 2020 entre otras), algunas de las cuales han sido, incluso, el referente para crear indicadores desde instancias públicas como la Secretaría de Energía (SENER), dependencia del Gobierno Federal Mexicano, donde la PE forma parte de los objetivos prioritarios del Programa Sectorial de Energía 2020-2024 en el Objetivo Prioritario 5: asegurar el acceso universal a las energías para que toda la sociedad mexicana disponga de las mismas para su desarrollo; estrategia prioritaria 5.1. Implementar mecanismos que permitan disminuir la PE de la población con rezago social y económico, (DOF 2020).

De igual forma, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), ha desarrollado instrumentos como la Encuesta Nacional sobre Consumo de Energéticos en Viviendas Particulares 2018 (ENCEVI), para conocer el tipo de energéticos y los servicios que se utilizan en los hogares, dividiendo al país en tres regiones climáticas: cálida extrema, templada y tropical.

La mayoría de las mediciones académicas e institucionales señaladas anteriormente, muestran que la región cálida extrema es la de mayor PE; no obstante, por estados, de acuerdo a Ochoa (2016), ésta es diferenciada. El Curso-taller Información geográfica y análisis espacial del CIESAS, me ha ayudado a representar estos datos en un mapa y cruzar esa información con otras variables como el índice de marginación 2020 del Consejo Nacional de Población (CONAPO), obteniendo como primer resultado el siguiente:

Fuente: García y Graizbord 2016, CONAPO 2020, SENER 2023

Las regiones climáticas las obtuve de un trabajo de la Secretaría de Energía titulado: “Servicios energéticos, pobreza energética y eficiencia energética: una perspectiva desde México” (2022), y los índices de PE de Rigoberto García Ochoa y Boris Graizbord (2016), investigadores pioneros en México en el estudio de PE. Mientras que la SENER toma como principal base la metodología de Boardman (1991), que indica que un hogar se encuentra en PE cuando emplea más del 10% de sus ingresos para pagar los servicios energéticos necesarios para su subsistencia. Por otro lado, Ochoa y Graizbord diseñaron una metodología donde integran muchas otras variables, como el equipamiento energético que tiene un hogar, así como las características de las viviendas. Ambos indicadores; SENER, y García y Grazboard están representados en el mapa anterior, integrando, además, los niveles de marginación de 2020.

Los datos referidos me han ayudado a tener un acercamiento más puntual al tema. Mientras que la SENER (2022) indica que la región cálida extrema es la más pobre energéticamente (los estados del norte representados en el mapa con el color naranja), la información desagregada por estados indica que la región tropical, integrada por Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, no sólo son las entidades más pobres energéticamente, sino que son las más marginadas. Se puede observar, por ejemplo, los casos de Guerrero y Chiapas, donde los índices de PE y el nivel de marginación, es prácticamente igual; ambos estados tienen los índices más altos de PE y también el nivel más alto de marginación.

Sin embargo, este mapa se encuentra todavía en su fase de desarrollo y/o diseño, falta desagregar estos datos por género, es decir, mostrar que la PE está, además, diferenciada por sexos; son las mujeres quienes más la padecen, tanto por no poder tener los ingresos suficientes para pagar las fuentes energéticas, así como el equipamiento energético para mejorar su calidad de vida; reconociendo que el contexto geográfico es una variable muy importante que no debe dejarse de lado.

En suma, el uso de mapas puede contribuir al análisis de diversas problemáticas del país como la presentada. Por tanto, el aprendizaje recibido en el Curso-taller Información geográfica y análisis espacial, no sólo me ha permitido hacer un análisis territorial puntual de este caso, además de la posibilidad de utilizar esta herramienta en otras investigaciones en las que participo.

Bibliografía

Boardman, Brenda, 1991. Fuel poverty: from cold homes to affordable warmth, Belhaven Press, Londres.

CONAPO, 2020. Índices de marginación 2020. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/848423/Indices_Coleccion_280623_entymun-p_ginas-1-153.pdf

DOF, 2020. Programa Sectorial de Energía 2020-2024. https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5596374&fecha=08/07/2020&print=true

ENCEVI, 2018. Encuesta Nacional sobre Consumo de Energéticos en Viviendas Particulares 2018. INEGI. https://www.inegi.org.mx/programas/encevi/2018/

García-Ochoa, Rigoberto y Boris Graizbord, 2016. Caracterización espacial de la pobreza energética en México. Un análisis a escala subnacional. En Sociedad y Territorio 16 (51): 289-337.

Ricalde, K., Cedano G., K., Thomson, H., Robles, T., 2021. Contextualizing Nussbaumer via Nussbaum: unveiling a multi-disciplinary, human capabilities-centred approach to energy poverty from Mexico. En Webb, Janette, Faye, Wade, Tingey, Margaret, “Research Handbook on Energy and Society”, chapter 12, p. 154-167. https://doi.org/10.4337/9781839100710.00021

Santillán, O. S., Cedano, K. G., y Martínez, M., 2020. Analysis of Energy Poverty in 7 Latin American Countries Using Multidimensional Energy POverty Index. En “Energies” 2020, Núm. 13, 1608, doi:10.3390/en13071608

SENER, 2022. Servicios energéticos, pobreza energética y eficiencia energética: una perspectiva desde México. Cuadernos de la CONUEE, Núm. 8/ Nuevo ciclo, marzo 2022. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/710897/Cuaderno8_PobrezaEnerg_tica_V140322.pdf